domingo, 3 de abril de 2016

Escribir como loca suicida

Escribo aunque no tenga seguidores, escribo porque quiero empezar a escribir y no se que quiero escribir.

He pasado demasiado tiempo deprimida y me imagino que escribo porque escribir es la única opción que no sea el suicidio.  No digo que me voy a suicidar,  solamente creo que en este momento escribir me está salvando de suicidarme.

Llevo casi un año encerrada por propia voluntad en un lugar muy viejo y bonito, pero también problemático. Creí que estar en esta vieja casa me iba a ayudar a salir de este estado de depresión que cargo en mi alma desde hace tantos años.  Pierdo la cuenta del tiempo que he estado deprimida, es como si siempre hubiese sido así.  Y de pronto me vienen destellos de que un pasado más feliz, más pacífico y en el que se que en algún punto fui feliz, aunque no recuerde exactamente quien era en ese entonces.

No se quien soy, nunca lo he sabido.  Muchas veces creí que si, de hecho estaba segurísima de quien era y hasta lo proclamaba a los vientos, pero después de un tiempo te estrellas contra unas paredes de acero.

No sé si alguien leerá esto algún día, pero que quede en constancia que escribo en un último esfuerzo por descubrir quien soy, o al menos una de las personas que viven en mi.  Porque estoy perdida, deprimida, sin trabajo, sin plata, sin amigos, sin pareja y definitivamente sin familia, ya que mi Padre ha logrado en su tercer intento: llevarnos ala ruina económica y finalmente lo ha logrado.

Soy guapa, inteligente y tengo depresión.  Tengo que vivir encerrada en la antigua casa de mis abuelos.  No tengo los medios, ni las fuerzas para irme de aquí y rezo por no suicidarme cada día.  Y entonces escribo, aunque nadie lo lea.  Escribo en un intento de seguir viva aunque nunca me encuentre.